Borges, Op. Esas pruebas no prueban nada. El Borges histórico tiene también sus vías para definir la personalidad que tuvo. Comprendí que para un muchacho que no había cumplido veinte años; un hombre de más de setenta era casi un muerto. No he sido / Feliz. No imagina lo que dice y es esencialmente grosero: escribir que el agua del Nilo vomita riquezas es una grosería y una estupidez”. Los tres de volúmenes de Las mil y una noches de Lane, con grabados en acero y notas en cuerpo menor entre capítulo, el diccionario latino de Quicherat, la Germania de Tácito en latín y en la versión de Gordon, un Don Quijote de la casa Garnier, las Tablas de Sangre de Rivera Indarte, con la dedicatoria del autor, el Sartor Resartus de Carlyle, una biografía de Amiel y, escondido detrás de los demás, un libro en rústica sobre las costumbres sexuales de los pueblos balkánicos. Me quedé pensando y le pregunté si verdaderamente se sentía hermano de todos. [10] Jueves, 25 de octubre de 1962: “(Borges) No es nada tuteador. No había un alma a la vista. Hablaremos del otro Borges, de la persona. EL otro tampoco habrá ido. Murió del corazón. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico.
Bioy no hizo otra cosa que seguir el predicamento de Boswell.
Por ello es especialmente insidioso con sus coterráneos, a quienes reconocía envueltos en pequeñas diatribas locales. Borges, Op. -Si esta mañana y este encuentro son sueños, cada uno de los dos tiene que pensar que el soñador es él. Jorge Luis Borges, Obras completas, Tomo III: Edición crítica – 1ª ed. Borges, Op. Si leemos más abajo, la nota al pie nos informa: “Himno del mar” habría pertenecido al segundo libro que Borges destruyó: [el libro] fue titulado Los salmos rojos o Los ritmos rojos. EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES, EN DERECHO CIVIL. Con los tres tomos que componen los Textos recobrados, visitamos el territorio que el poeta había guardado a la desmemoria. [18] Lunes, 13 de junio de 1960. Se trata de los cuentos en colaboración que escribieron con seudónimos. No es el Borges de las entrevistas ni el de los grandes titulares. Y termina: “No sé cuál de los dos escribe esta página”. Se casó dos veces. En el cuento “El otro”, publicado hacia 1975 en la recopilación de cuentos El libro de arena, Jorge Luis Borges relata un insólito encuentro entre Borges a la edad de 70 años, y él mismo rondando los veinte, en un banco a orillas del río Charles, en la universidad de Cambridge. Además, nos cuenta a través de la conversación con él mismo cosas íntimas: ¿No querés saber algo de mi pasado, que es el porvenir que te espera? Borges (en tono brusco): “Yo voy a Inglaterra a dar conferencias”. -Si Whitman la ha cantado -observé- es porque la deseaba y no sucedió. La más veraz sería, tal vez, la siguiente: Borges es un laberinto”. Entre todas ellas merece examinarse una obra colosal, tal vez de índole pantagruélica por su aspecto: un diario minucioso y afilado que revela y expone al Borges de carne y hueso, que a la vez guarda conjeturas o aviva la imaginación. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Bajo nuestra conversación de personas de miscelánea lectura y gustos diversos, comprendí que no podíamos entendernos. “Borges me dice: “Vos sabés que la ira no es una de mis pasiones… Desgraciadamente, casi siempre me entristezco y no sé enojarme. Pocos pueden afirmar esto inequívocamente. Si yo lo estoy soñando, es natural que sepa lo que yo sé. Cit., p. 940… “Con Sabato uno siempre está peleándose y reconciliándose. Un hombre ficticio, pero tan palpable como el metal o las pesadillas.
Filarmónica de Montevideo y Cristina Fernández, Revisando mi biblioteca – Construcción de la noche, La vida de Onetti, Terapia de pareja – Entrevista a Germán Medina…, Entrevista a Hugo Fattoruso y Albana Barrocas de HA Dúo, Lys presenta ∞ Ecuación – 18 de noviembre…, Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo. Me dijo que su libro se refería a la gran masa de los oprimidos y parias. Viven felices en el matete.
Hay una desproporción de culpas y premios por lo que pasa en esta vida instantánea: por una riqueza que dura un segundo, el castigo infinito”. Alguien sueña que cruza el paraíso y le dan como prueba una flor. «Zenda es un territorio de libros y amigos. Los ingleses, que se jodan. El periodista venezolano Edmundo Bracho entrevistó a Bioy en abril de 1995: “Como nunca quisimos darle mucha importancia a lo que habíamos escrito en conjunto, en vez de poner nuestros nombres firmábamos con los nombres de Bustos Domecq o Suárez Lynch. Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Borges era austero, frugal, tomaba sólo agua y de la corriente, rotundamente inexitoso con las mujeres, mientras Bioy era un mujeriego, bon vivant, bien vestido, preocupado de su apariencia, exitoso con las mujeres, le gustaban los autos, tenían medios de fortuna tanto él como su mujer, Silvina Ocampo, y disponía de servidumbre [9].
Hacia la página 31, nos encontramos con el siguiente fragmento perteneciente a un poema llamado “Himno del mar”: Un himno /constelado de imágenes rojas, lumínicas./Oh mar! Borges: “Cristo tiene un lado demagógico. Gustaba de viajar para dar conferencias como una justificación de sí mismo. La Solución o Pago como modo de extinguir las obligaciones. El otro tampoco habrá ido. El centro cultural del idioma español está en Buenos Aires; yo creo que en nuestra Historia pensamos más que en todos los siglos de España; casi no existió, hasta nosotros, pensamiento en español… ¿por qué vamos a adoptar un idioma aldeano? Lo raro es que nos parecemos, pero usted es mucho mayor, con la cabeza gris. Al cabo de un tiempo insistió: -Yo estoy aquí en ginebra, en un banco, a unos pasos del Ródamo. Su desprecio hacia Sabato duró toda una vida, y aunque se juntaron en los años setenta a dialogar gracias a Orlando Barone, en el propio texto se advierte que hay una guerra librada entre dos seres que ya no se ven sino que harán todo lo posible para vencer en el duelo verbal [29]. Por Jorge Luis Borges. -Yo estoy aquí en Ginebra, en un banco, a unos pasos del Ródano. Por la modificación de su testamento que le deja prácticamente todo a ella y porque, en realidad, no sabemos si alguna vez se enamoró de ella o fue un puro acto inextricable del laberíntico Borges. Existe el Borges histórico, el Borges personaje y hasta un Borges impostor que al primero le gustaba colar. [22] Lunes, 24 de febrero de 1964. Learn vocabulary, terms, and more with flashcards, games, and other study tools. Siempre las referencias librescas. Borges, Op. Borges, Op. Some people fall in love. "Norah, tu hermana, se casó y tiene dos hijos. [35]. Es un discípulo de Lorca, mucho peor que Lorca. No le gustaban los balnearios o la playa. La mejor Web – Reflexiones de obras literarias, Imagen tomada de Internet (Google imágenes). Comentados por Borges, los versos, las observaciones críticas, los episodios novelescos de los libros que yo había leído aparecían con una verdad nueva y todo lo que no había leído, como un mundo de aventuras, como el sueño deslumbrante que por momentos la vida misma llega a ser”. Soñó que paseaba por un parque, entre árboles, con una muchacha. To see what your friends thought of this book, In his usual, unique style that, to my knowledge, has not been replicated, Borges, with unusual candidness, confesses his own feelings about the particularities of his lone life. -Dile a Simón que ejercerá la medicina en Carouge, y que hará mucho bien... ahora, me das una de tus monedas. Borges, Op. Ibídem. Borges: En el homenaje a Góngora en la Academia de Letras sólo yo hice objeciones: dije que como la literatura española no es rica en extravagancias –hablan de la mesura francesa, de la falta de originalidad francesa, pero ¿cuál es el Rabelais español?–, con uñas y dientes los españoles se aferran a las extravagancias de Góngora y se prenden a sus obras”.